Hablamos con el director de teatro sobre la actualidad de la escena villamariense. Por Victoria Borghello.

La semana pasada se habilitaron en Villa María las actividades en estudios de danzas y escuelas de Teatro. Esta flexibilización, que consiste en permitir los ensayos y clases de ambas disciplinas artísticas, conlleva la responsabilidad de hacerlo bajo las medidas de bioseguridad.

Con la llegada de la pandemia, los espectáculos escénicos se cancelaron inmediatamente. En lo que va del año, no se han podido presentar obras teatrales. Conversamos con Walter Staüble, director del Elenco de Teatro Independiente (ETI), para relevar la situación actual del teatro y de sus actores.

Walter, queremos conocer tus impresiones al respecto de la flexibilización laboral de los teatristas.
La activación que permite la Ordenanza Municipal en realidad es para la enseñanza, la actividad teatral sigue parada. Con respecto al protocolo que lo permite, era tiempo ya que lo habilitaran porque en la ciudad no hay casos de Covid-19. De todas maneras, para lo teatral considero que el año está perdido. Con excepción de aquellos grupos que tengan obras listas, para el resto será volver a remarla en dulce leche. En lo inmediato no creo que se habiliten las salas. En cuanto a los cuidados, las medidas son las básicas, de la distancia, el trapo embebido con lavandina, el alcohol y el barbijo. De todas maneras considero muy extraño, raro hacer teatro con barbijo, es como hacer teatro con máscaras puestas.

Ustedes se agruparon en el Colectivo de Teatristas Autoconvocados para presentar el pedido ante el COE. ¿Cómo repercutieron las actividades de reclamos que realizaron para conseguir esta autorización?
En cuanto a la redacción del protocolo, yo estaba en otra comisión, pero sí participe de la redacción de la carta de reclamo, también participó Valentina Morello. Nos enteramos que estaban por aprobar las clases de danzas y como las actividades son como primos hermanos nos sumamos pidiendo el permiso necesario. Creo que toda expresión de visualización de la problemática ayuda. Ayuda el video que hicimos, sirve el abrazo simbólico a las salas.

En la ciudad habrá unas 500 personas (aprox.) que consumen teatro independiente, a esas personas les interesa saber que estamos a pesar de todo, que no se terminó el teatro para siempre. Es mostrarle al público que estamos vivos, que tenemos ganas de llevar a cabo nuestras obras, pero que no podemos. Pero también puntualizar que hay profes de teatros que exclusivamente viven de esto y que no tenían para comer. Hacemos visible nuestro pedido más que para la gente, para los políticos que son quienes toman las decisiones. Por suerte, VM es una ciudad en la que ¡Hay teatro a lo loco! Es una actividad en que hubo fines de semana el año pasado en la que había simultaneidad de propuestas teatrales de hasta de cinco elencos. Aún falta trabajo para cambiar algunas mentalidades que consideran que el teatro o actuar es un hobby y no una profesión. Que como tal, quienes la eligen deben ser valorados y tenidos en cuenta como en cualquier profesión. 

¿Consideras esta pandemia como espacio temporal para acercarse al público de diferentes maneras? El uso de tecnologías como plataformas de streaming, o redes sociales ¿Les posibilitó continuar con el curso de acciones?
Yo vengo haciendo talleres de actuación por Zoom, al que le pusimos por nombre Taller de Cuarentena. La ventaja de esta modalidad es la de poder sumar gente de otras latitudes como Bolivia, Chile, y por supuesto de la región de la ciudad.  Otra ventaja es la opción de monetizarlo a través de transferencia bancaria. Hemos logrado algún trabajo de lectura, de personajes y hasta con buenos resultados que fuimos subiendo a IG y a Facebook, pero hacer teatro en sí, sin público o en la calle no lo veo como opción. Nosotros regresamos a las clases en el Salón grande del Club Sarmiento, pero no vamos a preparar obra por el momento.

¿Qué significó desde lo artístico la suspensión de sus actividades? ¿Cuáles eran sus planes para el presente año?
Este año estábamos por realizar “Yerma” de Federico García Lorca, y en marzo habíamos comenzado a leer “Magnolias de Acero”. Con eso trabajamos un mes, haciendo lo que denominamos trabajo de mesa, vimos los personajes, pero no pudimos avanzar. Todo quedó ahí. Teníamos encarado el trabajo que requiere la obra en el aspecto musical con Carlos Yarán y Carol Dominici, pero decidimos parar los ensayos hasta que pudiéramos volver de manera presencial y con la certeza de la apertura de salas. No me parece productivo cansar al actor haciendo siempre lo mismo, ensayando y que la meta, que la fecha de estreno no esté fijada.

¿Con que palabras describirías este “parate” de la actividad?
Te lo voy a poner en una metáfora futbolística, «nos cortaron las piernas». Es lo mismo que si a un pintor lo dejás sin pinceles. Hay recursos como las redes sociales en las que se hacen vivos, o videos que se cuelgan y eso a algunos actores les puede servir hasta para pasar la gorra, pero no es lo mismo, lo lindo es estar en grupo, aunque sea a un metro y medio, y aunque cada uno lleve su propio equipo de mate.

Por: Victoria Borghello.