LAS LIGAS MENORES: UNA LLUVIA DE VERANO

Estuvimos en el debut del grupo de Caballito en Villa María junto a Permeable y Los Miedos. Reseña y fotos.

Los minutos antes de dirigirse hacia el lugar de un recital son muy particulares. Es una mezcla de ansiedad, nervios (como si algo dependiera de nosotros) y exaltación, quizás conscientes de la cantidad de energía contenida y estratégicamente impulsada por quienes se suben al escenario, que estamos a punto de recibir y absorber.

Esas fueron las sensaciones que tuvimos al llegar a Madre Selva para ver a Permeable, Los Miedos y una de las bandas más importantes de la actualidad del rock alternativo de nuestro país: Las Ligas Menores.

Permeable fue la encargada de romper el hielo, una formación de esas que si seguís la escena musical de Villa María, al sólo ver las caras de quienes se encuentran detrás de cada instrumento intuís que algo interesante está por suceder (Lucho Morresi, Poni Gan, Il Buda, Hernán Olaz). Rebeldía juvenil y actitud desafiante para un punk-pop psicodélico que pega fuerte y seco en un punto débil de las emociones, ese entre la alegría y la melancolía, que te deja pensando al mismo tiempo que te hace mover el cuerpo.

Los Miedos, por su parte, es de esas bandas que desde el primer acorde arrasan con todo, que abren la puerta de una patada para llevarte puesto con canciones tan potentes que incluso una vez finalizadas, quedan retumbando en tu cabeza por un buen tiempo. Por otra parte, no es contradictorio destacar que si algo caracteriza a este grupo, es la prolijidad de sus composiciones e interpretaciones, y este recital no fue la excepción, ya que brindaron un show impecable sonando fuerte pero no “roto”, con la distorsión justa y una voz siempre al frente que marca el camino y le da la verdadera personalidad a la banda.

Luego fue el turno de Las Ligas Menores, el número principal que llegó desde Buenos Aires para demostrar qué es lo que las convierte en una de las tres bandas más importantes del famoso y ya mítico sello Laptra. Y por supuesto que así lo hicieron.

Volviendo a revisar el show en mí cabeza pienso en retrospectiva que quizás sea una de las bandas más simples para hacer música que vi en mi vida, y esa quizás sea la mejor forma de transmitir las sensaciones que dejó su paso por Villa María. No hay un acorde, un estribillo, ni una actitud arriba del escenario que suene o parezca forzado, todo lo contrario, las canciones fluyen con una naturalidad extraordinaria y una autenticidad que las vuelve genuinas, transparentes y completamente sinceras con lo que hacen y cantan.

Realmente se puede ver en el interior de Ani Cartolano (cantante) a través de sus canciones, ya que no hay vueltas ni rebusques en sus letras, sino que expresa lo que siente y piensa de una manera tan clara que llega directo a quien escucha y logra de esta manera una identificación que emociona y moviliza, tanto interior como exteriormente.

El show de Las Ligas tuvo de todo, tanto tracks de su último disco Fuego Artificial, como hits de toda su carrera, tocando casi dos horas sin parar. Una canción tras otra, y otra y otra, al estilo Ramones, sin dar respiro ni tiempo para entender lo que estaba sucediendo. Un show de Las Ligas Menores tiene la naturalidad de lluvia de verano, esa que te agarra mientras estás en la calle, que te hace cerrar los ojos con una sonrisa placentera mientras por dentro las sensaciones corren, se chocan, explotan y generan un cosquilleo por todo el cuerpo.

Es un fuego natural, porque de artificial no tienen nada.