En una misma noche se encontraron dos actores realizando performance de estilos casi opuestos.

El actor Juan Pablo Amante se encuentra desarrollando un ciclo de actuaciones en vivo denominado “Versus”, en el cuál invita a diferentes colegas para compartir el escenario de Polaroid House los domingos por la noche.

En esta ocasión, el invitado fue el actor Francisco Mié, quien actualmente se encuentra formándose en Buenos Aires. Si bien el comienzo de la noche lo realizaron en conjunto y con la complicidad humorística que los caracteriza, luego la noche se puso seria.

El primero en mostrar su trabajo fue Francisco, realizando una performance con un alto grado de crítica sobre determinados comportamientos del ser humanos, como ser la forma automatizada que la sociedad impone para cada etapa de nuestras vidas, sin mirar a nuestro alrededor y casi sin detenernos a pensar si lo que estamos haciendo es lo que realmente deseábamos para nosotros mismos. Todo esto desde un personaje que parece estar pasándola muy bien en una fiesta, pero luego cae en la cuenta de estas cuestiones mencionadas que lo llevan a desatar una discusión muy intensa consigo mismo.

La interpretación y compenetración de Francisco se convierte en el punto más alto de la obra, logrando transmitir al público el nudo de incertidumbres que rodea al personaje de manera muy efectiva.

Una vez concluida la primera actuación, llegó el turno del anfitrión, quien apareció caracterizado de payaso completamente de amarillo, con vestido y globos, cambiando de manera radical el clima que había dejado la performance de su colega. De todas formas, también tuvo su momento de crítica social, aunque a su manera, realizando un “playback” de Susana Gimenez haciendo declaraciones polémicas sobre el país y la inseguridad, tales como “el que mata tiene que morir”.

Luego fue el actor que todos conocemos, con una facilidad para hacer reír única y con recursos espontáneos sorprendentes, improvisando sobre cualquier situación que sucede en el momento, tomando cuestiones de actualidad, hasta desestructurar por completo lo que tenía preparado para la noche. De esta manera, concluyó un gran encuentro más entre dos actores que suman fuerzas para mostrar en qué se encuentran trabajando, por más diversos que sean estos trabajos.