COLUMNA DE TANGO: EDUARDO MARZOLLA

Dúo por la Vida Tango realiza un homenaje a este docente, músico y luthier de la ciudad.

Estimados lectores de Revista WAM,

Una vez más nos encontramos en este maravilloso espacio que nos invita a compartir la WAM. En esta ocasión, vamos a desandar el camino de un hombre, un profesional, un artista, que supo ganarse el respeto de varias generaciones de villamarienses y más allá de la ciudad también.

Nacido el día 24 de mayo de 1941, (comienzo de la época de oro del tango), el Maestro Dr. Eduardo Marzolla, marcó un sello indiscutible de respeto, dedicación, atención y superación en nuestra sociedad. Hijo de Juan Marzolla y María Allais, casado con María Elena Vizueta y padre de Silvina, Susana, Mariana y Luciana; cursó sus estudios primarios en la Escuela República del Paraguay, y sus estudios secundarios en la Escuela Superior de Comercio.

Ya desde joven mostró su faceta de muchacho inquieto, pero no por la invención de travesuras, sino por la búsqueda de superación personal. Y esto lo respalda el hecho que al concluir con 18 años sus estudios secundarios, ingresó al Profesorado de Ciencias Económicas de la Escuela Normal Víctor Mercante, y mientras cursaba supo trabajar en la semillería Pablo Amengual, luego como secretario de Tesorería de la Fábrica Militar y luego como empleado del Banco de Italia y Río de la Plata, así como también como contador de la Fábrica Estincal.

Es evidente que alguien que decide a conciencia y en absoluta convicción dedicar su talento, su ingenio y su sabiduría -y a su vez elegir como camino de aprendizaje y evolución el camino de la docencia- plasma inevitablemente el sentido de servicio, de vocación y de trabajar su propio ego, en pos de comprender y de ansiar encontrarse a si mismo, en la otra y en el otro. Es por ello que el año 1972, no fue un año más en la vida del Maestro Dr. Marzolla, sino que fue el punto de partida de lo que se convirtió en un sendero absolutamente admirable, y el cuál ya es guía de conductas de vida a seguir. Es en dicho año que comienza a ejercer su profesión en la Escuela Normal Víctor Mercante e Instituto Secundario Bernardino Rivadavia, hasta su jubilación en el año 2004.

Sus estudios desde ya que no quedaron allí, además de ser Profesor en Ciencias Económicas, también se recibió de Licenciado y luego Doctor en Filosofía, Magister en Epistemología y Metodología Científica; y más allá de nuestro país, es Becario de la Organización Internacional del Trabajo (Torino, Italia, 1987). Además, dentro de sus actividades en Educación, fue Director Fundador de la Escuela de Comercio “Juan Bautista Bustos” de la localidad de Morrison; Director de Curso, Profesor del nivel Medio y Superior de la Escuela Víctor Mercante, Vice Director del Instituto B. Rivadavia; Presidente de la Biblioteca B. Rivadavia y sus anexos, y Director General de sus Institutos de Enseñanza. Integrante del Consejo Asesor del Rectorado Carlos Domínguez, al fundarse la Universidad Nacional de Villa María. Docente en la mencionada Universidad, como en la Universidad Nacional de Río Cuarto, entre otros.

Pero este homenaje no es solo por su labor docente, que no es poca y como se puede apreciar de real relevancia. También es un homenaje a su labor artística, y testimonio de su “ser artista” lo respalda el hecho de que cursó estudios de violín desde los 11 años con el Maestro Rene Lepage; luego integró la Orquesta de Cuerdas de la Biblioteca B. Rivadavia, (fundada por el Dr. Antonio Sobral en 1956); fue violinista de Orquestas típicas de la ciudad de Villa María, (Deolindo-Piñero, Carlos Laurenz, Dante Alessio, A Puro Tango, Oreste Maurizio, entre otras); Integró durante varios años el cuarteto de Cuerdas Clásico con los Maestros José Medina, Luis Bonino y Omar Estochero.

Como recuerdo altamente valorable y que además lo coloca entre los artistas más relevantes de nuestra ciudad, es el haber sido violinista invitado para integrar la Orquesta del Maestro Mariano Mores, en ocasión del acto denominado “Tributo a la Familia Cordobesa”, organizado por el Gobierno de Córdoba y celebrado en el Estadio Mario Kempes, el 24 de septiembre de 1999.

Pero como si fuera poco todo lo arriba mencionado, y como característica irrefutable de una persona, un hombre inquieto, de un ser apasionado por expandir sus fronteras, el Maestro Eduardo Marzolla construye violines y violas; actividad que sigue desarrollando en la actualidad. Como exquisito lutier que es, además restaura y pone a punto instrumentos de cuerda frotada (violines-violas-violoncellos y contrabajos). A tal punto llega su refinamiento y excelencia como lutier que sus instrumentos fueron solicitados por músicos como Alberto Lepage, Pablo López, Carlos Torres Nadal, así como de ciudades tales como Córdoba, Bahía Blanca, Santiago de Chile, y por supuesto Villa María.

Estimados lectores, es un lujo para nosotros y un placer personal homenajear humildemente, desde este hermoso espacio, a un artista y persona de la talla del Maestro Dr. Eduardo Marzolla. ¡Muchas gracias Maestro!

Será hasta el próximo encuentro. ¡Los mejores augurios siempre!!!

Dúo por la vida Tango.