EL CINECLUB UNIVERSITARIO PROYECTA «LOS SIETE SAMURAIS»

El ciclo titulado “El cine de Akira Kurosawa” continúa este martes con entrada libre y gratuita.

Hoy, martes 15 de Agosto, continúa el ciclo titulado “El cine de Akira Kurosawa” propuesto como siempre por el Cine Club Universitario, con la proyección de “Los Siete Samurais” (Shichinin no samurai). La misma tendrá lugar, como es costumbre, en el Auditorio de la Medioteca Municipal Mariano Moreno (Av. Sabattini 40) a partir de las 20:30 hs. La entrada es libre y gratuita.

 

Reseña

Siglo XVI, Una banda de forajidos decide atacar un pequeño poblado rural en vísperas de la cosecha. Para evitar la entrada violenta de los forajidos, un grupo de campesinos decide ir en busca de hombres valientes dispuestos a defender sus tierras a cambio únicamente de comida. Luego de una búsqueda aparentemente infructuosa, logran con mucho esmero reunir a siete samuráis. Extenso y espectacular metraje del gran director japonés Akira Kurosawa. Como es constante en su obra, juega con temas como el drama existencial y la épica aventurera.

Ésta última es sin duda su gran fuerte. Partiendo de la base de que el género de aventuras es monotemático y tópico, esta película ya tiene un punto a su favor. En su largometraje, Kurosawa muestra una gran variedad de personajes. Le da tiempo a mostrarnos cada recoveco de los samuráis, pero también de la gran mayoría de los campesinos. La intención del director es que, al acabar la película, entendamos por qué cada samurái ha aceptado la responsabilidad de defender a los campesinos, y llegamos a la cuenta de que ninguno tiene los mismos motivos que el otro. Sus personajes nunca son planos, pues sabemos su pasado, su presente, y lo que esperan del futuro con apenas una conversación. Son personajes que viven, con sus preocupaciones, y se basan en un código, el bushido, marcado por el honor, el valor y el respeto. Y ello es extraño en una película de aventuras, pues se podría decir que Kurosawa «deja de lado», en cierto sentido, la acción, para dar lugar a la contemplación.

Por otra parte, el realizador fue pionero en esta cinta en el uso dos técnicas cinematográficas innovadoras en tanto recurso productivo-narrativo: por un lado, el registro con tres cámaras con el fin de captar planos largos, medianos y cortos simultáneamente; por otro lado, la recurrencia a la cámara lenta en un par de escenas de asesinato, técnica que influyó en otros realizadores como Sergio Leone y Sam Peckinpah, en su tendencia por lograr un estilizado toque de violencia en sus filmes.

Finalmente, cabe hablar de la dirección: sencilla, pura, sin efectismos baratos para dar más espectacularidad. Las escenas construidas por Kurosawa y su equipo están cargadas de un intimismo lírico y real al mismo tiempo. En las secuencias de batalla sabemos qué ocurre en todo momento, ya que, al igual que el maestro John Ford, el director japonés no mueve la cámara a no ser que sea necesario, maneja una gran sutileza a la hora de contar los hechos y se abstiene del montaje frenético, diseñando coreografías como si fuera un verdadero samurái planificando una batalla. Y para ello contó, además, con un reparto único, presidido por sus dos protagonistas favoritos: Mifune y Shimura, quienes alcanzan en esta película unas cotas interpretativas supremas.

Año: 1954

País: Japón

Duración: 203 min.

Dirección: Akira Kurosawa

Guion: Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto, Hideo Oguni

Producción: Sôjirô Motoki

Fotografía: Asakazu Nakai

Montaje: Akira Kurosawa

Música: Fumio Hayasaka

Elenco: Toshirô Mifune, Takashi Shimura, Keiko Tsushima, Yukiko Shimazaki, Kamatari Fujiwara, Daisuke Katô, Isao Kimura, Minoru Chiaki