CONOCÉ LA NUEVA TEMÁTICA DEL CINECLUB UNIVERSITARIO
Comienza hoy un nuevo ciclo de proyecciones gratuitas.
Hoy, martes 9 de mayo, comenzará una nueva temática de proyección cinematográfica propuesta por el Cine Club Universitario, la misma lleva el nombre de «Melodramas» y su primer film tendrá lugar, como es costumbre, en el Auditorio de la Medioteca Municipal Mariano Moreno a partir de las 20:30 hs. La entrada es libre y gratuita.
Como es habitual el Cine Club Universitario dio a conocer las cuatro películas que se proyectarán este mes, las cuales fueron seleccionadas bajo la temática «melodramas». Este ciclo se lleva a cabo todos los martes de cada mes en el Auditorio de la Medioteca a partir de las 20:30 hs.
La primera proyección del mes de mayo se basa en un largometraje estadounidense, del año 1956, titulado «Written on the wind» y dirigida por Douglas Sirk.
Les dejamos a continuación una de la película que abre el ciclo:
Nacido en Hamburgo en 1897 como Hans Detlef Sierk y fallecido en Lugano, Suiza en 1987, tuvo una amplia formación que incluyó estudios de derecho, historia del arte y filosofía, y sus primeros trabajos estuvieron relacionados con el teatro, un medio al que volvió en los últimos años de su vida. Hombre de ideas progresistas y decidido opositor del régimen nazi abandonó Alemania en 1937, radicándose en los Estados Unidos, donde reinició su carrera en 1943.
Desarrolló la mayor parte de su carrera en Estados Unidos bajo el amparo de la Universal Pictures y, aunque incursionó en una gran variedad de géneros, probablemente sea el melodrama lo que mejor defina su extensa trayectoria, demostrando un magistral domino de un género tan propenso a la exageración y a la manipulación emocional. El propio cineasta, se definía como un doblegador de historias, es decir, un realizador que intenta llevar a su terreno personal, guiones que a menudo, están alejados de sus intereses: »Si tienes un mal guión, puedes quemarlo o salvarlo. Me daban un guión y me decían… ‘Aquí tienes esta historia, tienes una estrella, trata de sacar algo de esta basura’. Pues muy bien, eso hace que tu imaginación se ponga a trabajar».
Palabras al viento, 1956, estructurada a través de un gran flashback, es una historia familiar sobre grandes magnates del petróleo (notable e indiscutible influencia sobre la serie Dallas), se dan cita aquí las frustraciones sexuales, el alcoholismo y la soledad, con personajes moviéndose como marionetas, impotentes ante la suerte que les depara el destino. Kile Hadley, un magnate del petróleo, y Mitch Wayne, su mejor amigo y empleado, se enamoran de la misma mujer: Lucy Moore. Kile, que es un alcohólico irresponsable, se casa con ella, aunque Mitch está convencido de que con esta boda Lucy comete un gran error. Al cabo de un año, contra todo pronóstico, Kyle parece un hombre nuevo: ha dejado de beber y presta más atención a sus negocios. Sin embargo… todo se desmoronará. Muchos críticos consideran a Sirk como un implacable observador del »american way of life», dando una visión mordaz sobre el estilo de vida americano, y este melodrama nos ofrece la más corrosiva visión de los Estados Unidos de los años 50 que nos haya brindado el cine norteamericano.
Simpatizante de las teorías trascendentalistas del poeta y filósofo estadounidense Henry David Thoreau, sostiene que el capitalismo salvaje, el éxito económico y la mayoría de los lujos son los principales impedimentos para la elevación espiritual de la humanidad.
Llevando hasta las últimas consecuencias las características del melodrama, espacios recargados, personajes débiles, situaciones exageradas o “poco creíbles”, el director logra dotar a sus películas de un tono “más allá de lo real” que es uno de los rasgos definitorios de ese estilo. Desde las resonancias expresionistas de la iluminación, pasando por el uso del color y los decorados –donde los espejos son fundamentales- hasta la utilización de la música y los refinados movimientos de cámara, todo confluye en el carácter antinaturalista y casi onírico de la puesta en escena de muchas de sus películas.
“Trabajé el color con mucha atención, e incluso organicé escenas solamente en función del color dibujando yo mismo cuadros para cada escena. Quise hacer una película barroca y creo que en lo referente al color, estaba bastante conseguida” sostuvo con respecto al filme.
«El éxito (de los personajes) no me interesa. Respecto al fracaso, es muy significativo el final de Escrito sobre el viento. No hablo del fracaso en el sentido de los autores decadentes, los neo-románticos que predican la belleza del fracaso, sino del fracaso que nos invade sin razón. El fracaso es uno de los pocos temas dramáticos realmente apasionantes.»
Trailer: